El central del City ha sido, además, suspendido para los cuatro próximos partidos por la FA
El defensa belga del Manchester City, Vincent Kompany, no daba crédito después de robarle, de manera aparentemente limpia, un balón en el medio del campo al extremo del United Nani. La jugada no deja lugar a dudas, puesto que ni el propio futbolista portugués reclama la falta, pero entonces entra en escena el colegiado inglés Chris Foy para erigirse como protagonista absoluto del encuentro. Foy entendió que Kompany había entrado con las dos piernas por delante y que merecía ser expulsado por la gravedad que su entrada podría haber acarreado. Pero el caso es que en un país como Inglaterra, donde la pauta general de los árbitros es dejar jugar y permitir el juego duro, resulta muy curioso y atípico que se señale una falta de estas características y como máximo castigo se suele saldar con una cartulina amarilla, pero nunca con una tarjeta roja.
La sanción de Foy significó, además, el toque de muerte para los citizens, que habían recibido hacía solo unos minutos el prematuro gol de Wayne Rooney. Aún así, a punto estuvieron de lograr la machada después de una empanada monumental de los red devils en el segundo tiempo.
La gran sorpresa llegó desde los despachos de la Football Association, que emitió un comunicado en el que no solo no decidían retirar la cartulina roja a Kompany, sino que le sancionaban cuatro partidos. Mancini debe estar tirándose de los pelos, puesto que el belga es el pilar de la defensa del City y con la marcha de Kolo Toure a la Copa de África será muy difícil encontrar un sustituto de garantías...
No hay comentarios:
Publicar un comentario