lunes, 2 de enero de 2012

Top 10 del año Feelfutbol

Gareth Bale: El galés ha vivido una eclosión imparable a lo largo de este 2011 y fue elegido el mes de abril como mejor jugador de la Premier League por la Asociación de Futbolistas (la Asociación de Periodistas escogió a Scott Parker, entonces en el West Ham y ahora compañero de Bale en el Tottenham) con tan solo 22 años. Su progresión ha coincidido con la apuesta firme de su entrenador, Harry Redknapp, por colocarle de carrilero por delante del lateral zurdo, posición en la que se desenvolvió en sus primeros años. Su velocidad endiablada, su gran desborde y su mejor golpeo han hecho de este jovencísimo galés un valor incalculable y codiciado por todos en la Premier League.

Javier Pastore: Este espigado mediapunta (o enganche, como dirían en su tierra) argentino alcanzó su mejor nivel la temporada pasada en el Palermo e hizo del conjunto siciliano uno de los más bonitos de ver de la Serie A. Además de poseer una zancada y un cambio de ritmo espectaculares también aúna potencia física y visión de juego, por lo que está considerado uno de los futbolistas de tres cuartos de campo mejor valorados y con más capacidad de progresión. En la Ligue 1 francesa está demostrando que tiene galones y madurez para ser el líder de todo un PSG y ahora mismo es el pilar de los capitalinos, que luchan por volver a tocar la gloria en el campeonato doméstico 17 años después de su último entorchado. El Jeque que adquirió durante la pasada campaña el PSG apostó muy fuerte por Pastore y ahora Ancelotti será el encargado de encauzarle y hacerlo crecer, veremos hasta qué cotas...

         Javier Pastore deslumbró al mundo del fútbol durante el curso pasado con el Palermo


David de Gea: El portero madrileño realizó una temporada sublime en la pasada edición de la Liga BBVA y eso le valió el pasaporte y el inmenso honor de ser escogido por Sir Alex Ferguson como el sucesor de Van der Saar, que se retiraba después de 21 años en activo. La responsabilidad es enorme para el jovencísimo arquero español pero Ferguson no quiere cargarle con toda la presión y está alternando su titularidad con otro joven guardameta recién llegado a Manchester, Anders Lindegaard. Con sus 1,93 m de altura (Van der Saar se alzaba hasta los 1,97) de Gea reúne todas las condiciones indispensables para ser un gran portero: agilidad felina, reflejos, buen juego de pies y fiabilidad en los balones aéreos. El factor que le hará triunfar en Manchester, por eso, será la templanza y la madurez que tiene que adquirir a pasos agigantados bajo la portería de uno de los clubes más históricos del planeta futbolístico. Por cualidades, seguro, no será.


Cesc Fàbregas: El centrocampista de Arenys de Mar vio por fin cumplido su sueño este verano de fichar por el club de sus amores, el de toda la vida, del que su familia es acérrima y fiel seguidora. Después de un última año bastante agridulce en Londres, en el que estuvo gran parte de la temporada aquejado de una inoportuna lesión y recogió otro sinsabor con el Arsenal, Cesc se plantó y decidió que quería jugar sí o sí bajo las órdenes de Guardiola en el Barça. Siempre agradecido a Wenger, al que tiene un gran aprecio y a quien considera como su padre deportivo, Cesc dejó una etapa en su vida que le ha servido para madurar como jugador y como persona, convirtiéndose en el líder indiscutible de los gunners las últimas campañas luciendo el brazalete de capitán. En Can Barça solo necesitó un partido para ganarse a la afición y es ya una pieza básica para el esquema de Guardiola, actuando incluso como falso 9.

Paul Scholes: El ilustre mediocampista de los Red Devils se despedía la temporada pasada de la que había sido su afición durante casi 18 años, en los que demostró una profesionalidad y un saber estar dentro del terreno de juego impresionantes. Un gentleman del fútbol, un emblema para el United y la selección inglesa, con la que lamentablemente no pudo conseguir ningún título, el único borrón de una carrera inmaculada, llena de éxitos y triunfos antológicos. En la retina de todos los culés quedará ese inapelable derechazo desde casi 30 metros que daba al United el pasaporte hacia la final de la Champions de la temporada 2007-2008. Pero Scholes fue mucho más que goles o acciones puntuales; siempre rayaba a un gran nivel en el medio del campo red devil, otorgaba un equilibrio y un sentido al balón imprescindibles para el buen funcionamiento del engranaje de Ferguson. De hecho, el entrenador escocés ha sido incapaz esta temporada de encontrar a un futbolista capaz de desenvolver esa labor y ése pasa por ser uno de los grandes problemas que puede acusar (y que ya está acusando) el equipo de Manchester. De buen seguro que Paul nunca será olvidado en el Theatre of Dreams.


La Vieja Guardia de Old Trafford se queda sin Paul Scholes, que jugó su última temporada en activo

Neymar: No se puede pasar por alto la eclosión de una nueva estrella en el plantea futbolístico internacional. El Santos, fábrica de nuevos talentos y de hacer caja vendiéndolos a precio de oro al mercado europeo, ha vuelto a sacar una perla de las que da gusto ver sobre el campo. Neymar solo cuenta con 19 años pero hace ya más de dos temporadas que deslumbra en el Brasileirao y hace las delicias de los principales dirigentes de los clubes europeos, que se tiran de los pelos por intentar convencerlo a él (más bien a su padre) y al presidente del Santos de que son la mejor opción en caso de querer vender. Recuerda en algunas cosas a Robinho por su agilidad, su desborde y su increíble técnica individual, pero Neymar tiene más gol y parece ser más regular que el jugador del Milan, aunque veremos cómo se adapta al fútbol europeo, cuando llegue...

Marco Reus: El Borussia Mönchengladbach se salvó in extremis la pasada campaña después de realizar una recta final de ensueño, precedida de unos tres primeros cuartos de temporada horrorosos. El 'Gladbach consiguió forzar la promoción para salvar el descenso y en la eliminatoria contra el Bochum, que luchaba por subir a la Bundelsiga 2, pudo salvar el 'match-ball' y mantenerse entre los grandes de Alemania. Aquella hazaña tuvo un protagonista que brilló por encima de los demás: Marco Reus. Este extremo-mediapunta deslumbró a todo el país e hizo una curiosa promesa que está cumpliendo esta campaña: si su equipo conseguía salvar prometió que se quedaba la próxima temporada, es decir, la actual. Reus es un jugador distinto al prototipo de futbolista que juega en la Bundesliga, es hábil, rápido, tiene una gran visión de juego y termina siempre las jugadas, ya sea con una asistencia o finalizándolas él mismo. Es el principal valuarte del 'Gladbach, que este año esta realizando una campaña espectacular y se encuentra luchando por el liderato del campeonato alemán. Los grandes equipos de Alemania, sobre todo el Bayern, se han fijado en este joven futbolsita que salió de las categorías inferiores del Dortmund y es más que probable que no siga en Mönchengladbach el próximo curso.

Luis Enrique: Dicen que la vida sin proponerse retos e intentar llevarlos a cabo no tendría ningún sentido. Pues bien, quien mejor para personificar este afán de superación y de aventura que Luis Enrique. Su carrera como entrenador apenas cuenta con un par de temporadas pero ya se encuentra al mando de uno de los grandes equipos a nivel europeo (aunque se trata más de un casi-grande por los continuos e infructuosos esfuerzos por intentarlo) como la Roma. Solo dos campañas en el Barça Atlètic, lejos aún del fútbol de élite, le han valido para ganarse esta oportunidad tan apasionante pero a la vez tan peligrosa. La Roma ha tenido fama los últimos años de polvorín, de problemas internos, de vacas sagradas que están por encima de entrenadores, y ese cartel no era el más halagüeño para el asturiano. Pero, una vez más, Luis Enrqiue demostró que no le teme a afrontar nuevas etapas en su vida y decidió embarcarse en este nuevo viaje. Los comienzos no fueron fáciles, salieron rumores de algunos roces con pesos pesados del vestuario (léase Totti o De Rossi) pero poco a poco ha ido encauzando el rumbo y se ha ganado un hueco en el afecto de los tiffossi romanistas, aunque aún le queda un gran camino por recorrer.

Jurgen Klopp: El Borussia Dortmund ha sido la sensación en la Bundesliga los últimos tiempos. La temporada pasada volvió a saborear la gloria de la mano de un inexperimentado y desconocido hasta hace bien poco entrenador, Jurgen Klopp. El conjunto renano hacía 10 años que no conseguía alzarse con la ensaladera de la Bundesliga y las últimas campañas había estado jugando más con las posiciones de abajo que las de zona europea y todo ello había llevado al equipo a una crisis de identidad y de inestabilidad. De aquel gran Dortmund de finales de los '90 y principios del 2000 solo permanecían en el club la temporada pasada dos componentes: Sabastian Kehl y Dedé, que abandonó el equipo después de conseguir el título y tras 13 años al servicio de la entidad. Klopp ha conseguido cambiar el rumbo del Borussia y gracias al buen ojo con los fichajes y a la apuesta por los nuevos talentos alemanes (Gotze, Sahin, Grosskreutz, etc.) ha formado un elenco de futbolistas capaces de luchar de tú a tú con el todopoderoso Bayern de Munich. El año pasado consiguieron ganar la pugna y este año se prevé, con permiso de Schalke y 'Gladbach, otra lucha de titanes.

Jurgen Klopp ha devuelto la alegría y la ilusión a las gradas del Westfallen Stadion

Leo Messi: Con toda seguridad se volverá a encumbrar como mejor futbolista del mundo, algo por lo que no hace falta ni que reciba un título pues los números son evidentes y su forma de entender el fútbol también. La duda reside en si se puede considerar ya a Leo Messi como el mejor jugador que ha visto este deporte en toda su historia. Messi solo cuenta con 24 años y ya ha conseguido todos los títulos y galardones tanto a nivel individual como colectivo. A priori, si nos fijamos en la edad con la que han triunfado otros astros del fútbol, aún nos queda por ver la mejor versión de la Pulga, puesto que es a esta edad cuando el jugador empieza a asumir más responsabilidades y llega a un estado óptimo de madurez. Pero Leo es un ser distinto, los tabloides han agotado todo su humor semántico y todas sus calificaciones para definir lo que está significando y lo que puede significar para la historia del deporte rey. El fútbol siempre se ha nutrido de buenos jugadores, de magníficos futbolistas que han centrado todas las miradas y todas las portadas, futbolistas que han rayado dos, tres, cuatro años a un excelente nivel, pero que no han pasado a los libros de oro por su falta de constancia o su incapacidad para mantenerse arriba. Leo es lo nunca visto y va a ser difícil que no aparezca cada año en el número 1 de todos los Top 10 habidos y por haber. 

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